Muchas personas tienen problemas con los gatos callejeros que atacan pájaros salvajes que anidan o se alimentan en sus patios, que utilizan su jardín como caja de arena o que molestan a sus mascotas invadiendo su territorio. El gato callejero puede acercarse a su ventana o a la puerta del patio y desafiar a su gato o perro a través del vidrio con lenguaje corporal o insultos vocales pendencieros. La mejor forma de liberar a la mascota de este tipo de situaciones es mantener al gato de afuera lejos de las áreas en las que su gato pueda verlo.

Solo utilice unas trampas para gatos diseñados para atraer al gato a la jaula con comida y contenerlo de manera segura hasta que se lo pueda trasladar a otro lugar. La mayor parte de las agencias de control de animales y asociaciones protectoras de animales prestan o alquilan estas trampas, y algunas incluso las entregan o las recogen. Si tiene motivos para creer que el gato tiene dueño, piénselo dos veces antes de atraparlo, salvo que planifique devolvérselo al dueño.

Para atrapar a un gato callejero, cebe la trampa para gatos con comida para gatos enlatada. Coloque la trampa en un área lo más protegida posible de las inclemencias climáticas. Si bien es posible que escuche algunos sonidos alarmantes cuando el gato se dé cuenta de que está atrapado, solamente está enfadado, no está herido. Si el gato está encerrado sin acceso a agua ni refugio de las inclemencias climáticas o los depredadores, es importante que retire la trampa del área cuanto antes. Póngase guantes para protegerse de mordidas y rasguños, y coloque la trampa en un área protegida hasta que pueda llevar el gato a un refugio de animales. No libere al gato callejero. Lo único que generará son más problemas de superpoblación e, inevitablemente, una vida dolorosa y la muerte del gato.